se nos ha ido un gran compañero

[ines garcia]

pués eso, se nos ha ido un gran compañero de la batukada, Andrés, el chéquere más marchoso del grupo..............

Nos ha dado mucha pena a todos, hacía tiempo que ya no podía venir a ensayar, y siempre le echábamos de menos.

Lo llevaremos en nuestro corazón siempre.......................

Espero que desde donde esté, siga disfrutando de los ritmos, y nosotros siempre que toquemos tendremos un pensamiento para él.........................

[Aitoret]

Vaya que sí...
Cada nota que toque irá pa él. Y cuando S'ambalà resuene gritará: "Va por tí compañero!"

Un abrazo y Buen Viaje compañero!

[angels]

ha sigut una ensenayança la que m' has donat Andrés , la perseverància sempre de continuar, i de mirar alt, amb caràcter i al mateix temps buscant l' alegria amb tu i el teu entorn.. El temps que t' he pogut coneixer i compartir xarrades, rises, idees, música, ball.... T' imagino amb la moto arribant en ganes de tocar , veur-ens i fer-nos la cervesseta.. i penso : ¡ quina faena no veure't més.. ¡ i et sent dins dels meus sentiments i això em dona consol poc a poc,, però no és suficient per llevar-me la pena de la teva ausència... Has deixa't paraules, molt boniques, que m' han arribat fondo... q guay Andrés,, eres un magnific escritor.. també un gran modelo perquè t' han fet unes fotos molt bones , has eixit molt bé, de veres q sí.

besset

[angels]

“Som un grup i hem de tindre la voluntat d'entendre'ns”

Este era el sentir del compañero Andrés en la batukada s’ ambalà .
Durante los últimos años de su vida tuvimos la oportunidad de conocerle y a todo el grupo le ha conmocionado su partida.
En los primeros días que nos reuníamos sin él, estábamos afrontando una situación nueva, porque Andrés ya no iba a estar más en la batukada.
Hemos revivido momentos a través de las fotos y de los videos, alargando su presencia en s’ ambalà, hablando de él mirándonos a los ojos, compartiendo los sentimientos, sin apenas palabras que supieran explicar bien aquello que se vive en el corazón. Y es la energía que nos ha dado Andrés, la que nos llena el hueco que ha dejado su ausencia. Una ausencia que no puede ser un recuerdo, sino una huella que formará parte del grupo, por los entrañables momentos vividos y por ese tiempo que hemos compartido.
Venía con sus hijos cuando quedábamos a ensayar en los jardines del rio, y a veces le acompañaban en las manifestaciones. Son lo más grande para él, el motivo que le hacía seguir adelante con vicisitudes, y también optimista e ilusionado.
Y porque sabemos que él prefiere sonrisas que disipen tristezas y alegrías que remonten las dificultades, hemos tocado en su memoria ritmos alegres y divertidos, saltando y bailando mientras los sentimientos han aflorado, y poder así asumir la pena de perder a un compañero.
Las cicatrices y el dolor que en la vida pueden existir, a Andrés se le marcaban en su piel y en su rostro con una claridad que resultaba hermosa.
Libre, muy libre en su dolor, en sus logros, en su lucha personal y social, mirando siempre hacia adelante, con carácter firme y con esperanza; confiando en las personas que coinciden por una misma cosa, un mismo sentido, una causa, y dentro de la misma libertad. Y ahí crece la relación de un compañero que da la mano a quien sabe que sufre, y le ayuda a continuar, ofreciéndole el lado más tierno, gentil y sincero de todo lo que se es.
Puede ser que se nos llenen los ojos de lágrimas al pensar en aquello que nos ha unido, y no sucedería nada, porque nos reconfortaríamos con palabras de ánimo, y con esa fuerza que tiene la gratitud de habernos conocido. Y es esta emoción la que palpita y queda adentro.
Porque somos un grupo de personas diversas unidas por el amor a la música; y eso se extiende a través de las manos cuando tocamos un instrumento, y de repente advertimos que sonamos en una misma armonía, y nos sorprende, y todavía a veces nos extraña, ¿Quién nos iba a decir que este ruido podría sonar así de bonito en tantas ocasiones? ¿veritat que si, Andrés? Y ocurre esa magia que se consigue cuando se trabaja en equipo. Y entonces fluye ese latir que unifica y nos hace sentir bien.
Cuando estamos tocando y nos miramos, encontramos complicidad en lo que estamos haciendo, buscamos la mirada de otra persona, y después hablar , y ocurre todavía que buscamos la mano amiga de Andrés y ahí se vive en el sentir de cada integrante; y le encontramos en su fotografía, y en su poema de “alas blancas”, y cuando fuimos a ver la exposición “ Nudos” del Casal de la Pau, y en los descansos, y cuando escuchamos el sonido de su xéquere, con satisfacción por estar a gusto y felices, y resulta que Andrés ya no está.
Le gustaba percibir alegría, notar que lo pasamos bien, y hacía lo posible para ello.
Esa generosidad nacía de forma sencilla en sus reflexiones, y eso ha sido un bello y enriquecedor homenaje que nos ha dado.
Ha sido elegante hasta el final. Cuando le atravesaba la impotencia y la rabia de una enfermedad irreparable y levantaba la cabeza moviendo el cabello de un lado a otro suavemente, con un gesto capaz de apartar las nubes más oscuras que le hacían sufrir. Y entonces volvía a mirar hacia adelante con valor, firme, esperanzado y humilde.
- M’ en vaig
- seguiré endavant, sempre endavant

Y tragaba saliva, sacando fuerza en cada bocanada de aire y en cada momento; sensible al tacto de otra mano acariciando la suya- escuchando la música de sus heridas, el ritmo de su pelo, la voz de sus gestos, el latido de su mirada…

Y para Andrés el acorde de este suspiro que vuela con él libre, siempre, hacia adelante…